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Ser vegetariano y vegano son dos formas de vida, filosofías y tipo de alimentación que, a pesar de tener muchos años de historia, en la última década han cobrado una especial relevancia en nuestra sociedad. Por ello, no es de extrañar que en nuestro círculo de amistades o familiares contemos con personas veganas o vegetarianas.
Sin embargo, a pesar de ser estilos de vida cada vez más extendidos, lo cierto es que muchas personas carecen de información relacionada y desconocen qué implica ser vegano o vegetarianos. Por ello, en este artículo te daremos las claves para entender todo lo relacionados con estas formas de vida y tipos de alimentación, y resolveremos algunas cuestiones que suelen plantear alrededor de ellas.
¿Qué es una persona vegana y vegetariana?
Aunque a simple vista, y en la mayoría de los casos desde el desconocimiento, ser vegano y vegetariano puede parecer lo mismo (personas que no comen carne o alimentos de origen animal), lo cierto es que entre ambas existen una serie de diferencias. En principio, es verdad que ninguno de los dos comen nada que esté relacionado con un animal, pero la cuestión va más allá.
Existen muchas diferencias claras entre las personas veganas y las vegetarianas. Una de ellas es, que los vegetarianos sí aceptan ciertos derivados de animales como la leche o los huevos. Pero los veganos no.
Un vegano o vegana tiene una filosofía de vida y postura ética, que va más allá de la alimentación, en la que el hombre no está por encima de la especie animal. Por ello rechazan cualquier producto, sea o no de alimentación, de origen animal. Es decir, rechazan tanto alimentos como ropa, calzados, productos de higiene, limpieza, medicamentos, cosméticos… Pero sobretodo, en lo que más destacan es en la alimentación, no incluyendo productos como los lácteos, los huevos e incluso la miel.

Cuando decimos ropa de origen animal, quiere decir a todas aquellas prendas de ropa y textil en general que sean de lana, seda, plumas, cuero… Tampoco son partidarios de objetos decorativos derivados de animales. Todo esto es consecuencia del rechazo a aquellos productos que implique explotación o experimentos animal para su consecución.
De la misma forma, son contrarios a la presencia de animales en actividades y zonas de entretenimiento como las corridas de toros, los zoológicos y acuarios
El veganismo es una filosofía reciente. Comenzó a desarrollarse en el siglo XX, cuyo término se creó en 1944 por la Vegan Society en Inglaterra, ante la necesidad de distinguir entre veganos y vegetarianos.

Por otra parte, las personas vegetariana excluyen la carne de su alimentación con el fin de llevar una dieta sana y saludable, pero también para luchar en contra de la crueldad hacia los animales, la contaminación y la deforestación. Sin embargo, la diferencia fundamental con los anteriores es que, en la dieta vegetariana sí se incluyen derivados de la leche, los huevos, la miel y otros alimentos derivados de animales. Además, en cuanto al resto de productos y artículos que proceden de animales, no tienen problemas al utilizarlos.
¿Cómo se alimentan los veganos?
En consecuencia, la dieta vegana está fundamentada en verdura (sobretodo de hoja verde), frutos y frutas, cereales integrales, semillas, algas, tubérculos y brotes. También comen legumbres, alimentos esenciales en esta dieta y reemplazan las sustancias de origen animal por grasas y aceites vegetales.
Los veganos son muy cuidadosos y selectivos a la hora de comprar sus alimentos, debiendo leer los ingredientes, composición y elaboración de cada uno de ellos.
¿Cómo se alimentan los vegetarianos?
Por otra parte, la dieta de los vegetarianos, también, comparte la misma base. Aunque estos adaptan su dieta a su estilo de vida, lo que ha dado lugar a numerosas tendencias relacionadas, que adoptan en función de lo que mejor les hace sentir. Por ejemplo, hay vegetarianos que sí comen pescado y maricos.

Sea como fuere, ambas alimentaciones deben tener en cuenta el equilibrio nutricional. Ya que la dietas a base de plantas, si está bien planificada, es capaz de satisfacer las necesidades nutricionales de cualquier persona a cualquier edad, según los expertos en nutrición. De esto son muy conscientes en la tienda de alimentación vegana Vegan Shop Madrid. En consecuencia, un plato vegano saludable y equilibrado debe incluir un 50% de vegetales y otro 50% de legumbres, cereales, tubérculos y semillas, y de esta forma, atender a las aportaciones necesarias de proteínas, vitamina D y B12, hierro, calcio, yodo y omega 3.
¿Cuáles son los cambios físicos del veganismo?
Normalmente, en aquellas personas que han llevado una dieta rica en carne y productos lácteos, el cambio a la dieta vegana suele conformar ciertos cambios en su cuerpo. Sobretodo las primeras semanas, durante las que se aprecia un aumento de energías debido a la eliminación de alimentos cárnicos procesados, sustituidos por frutas, verduras y frutos secos, que aumentan los niveles de vitaminas, minerales y fibra, que ayudan a mantener unos niveles energéticos consistentes.
Conforme pasan las primeras semanas lo normal es notar un cambio en la actividad intestinal. Es posible que el tránsito sea más regular y sano, además de experimentar cambios positivos en la diversidad bacteriana del colon, o que por el contrario, se incremente la hinchazón, los gases y cólicos debido al aumento de fibra y los carbohidratos que fermentan en los intestinos, en algunos casos. Sin embargo, estos con el tiempo acaban mejorando.
A partir de los 3/6 meses, cuando ya se ha asentado la alimentación puramente vegana, muchas personas notan una reducción del acné. Esto se debe al aumento del consumo de frutas y verduras, y la reducción de comidas procesadas. Aunque es posible que, a partir de este punto, las reservas de vitamina D, que permanecen en el cuerpo alrededor de dos meses, se estén agotando (ya que las principales fuentes de esta vitamina proceden de la carne, el pescado y los lácteos). Por ello, es necesario llevar una dieta rica en alimentos enriquecidos con vitamina D desde el primer momento y sobretodo en los meses de invierno.

Si se mantiene una dieta vegana bien equilibrada, baja en sal y con pocos alimentos procesados, también se nota una mejoría en el sistema cardiovascular, lo cual ayuda prevenir enfermedades del corazón y diabetes. Además, nuestro intestino mejor la absorción de minerales como el hierro, el calcio y el zinc.
Desde los 6 meses en adelante, sobretodo cuando llevas una dieta vegana implementada durante todo un año, las reservas de vitamina B12 se habrán reducido considerablemente (también se obtiene con alimentos de origen animal), por ello es recomendable tomas suplementos vitamínicos y alimentos enriquecidos con esta vitamina. Tras unos años, es cuando notamos el cambio en nuestros huesos, por ello es necesario reponer el calcio en nuestra sangre a través de nuestra dieta, para no perjudicar a nuestros huesos, por medio de verduras ricas en este mineral como el brócoli o la col.
¿Por qué los vegetarianos engordan?
Existen algunos casos de personas que cambian su estilo de alimentación, haciéndose vegetarianos, y que a pesar de tener una alimentación más saludable acaban subiendo de peso y engordando. Algo que a simple vista puede parecer un tanto contradictorio.
Pero lo cierto es que, algunas de las causas suelen ser el aumento del consumo de grasas, al iniciar la dieta vegana clásica con leche y huevos. Se suelen dar los casos de personas que comen más cantidad de alimentos de las que necesitan, entre los que abundan las grasas provenientes de los lácteos.
El aumento de fibra suele comportar, en algunos casos, hinchazón abdominal debido al cambio en la ingesta de fibra. Por suerte, esta situación es algo temporal que desaparece cuando el intestino se habitúa.

También es importante tener cuidado con los alimentos que se mezclan y se emplean en una misma comida. Muchas veces la composición de los platos de cada comida están mal estructurados y sobrecargados en cuanto a cantidades de carbohidratos, proteínas… lo cual hace que engordemos sin darnos cuenta. Al mismo tiempo, algunas personas por temor a no ingerir los nutrientes y proteínas necesarios recurren al queso para suplir esta supuesta carencia.
Para evitar estas situaciones como vegetarianos, hay que fijarse en los alimentos que se digieren con facilidad, que sean menos densos y más ricos en agua. También es importante comer variado (lo cual no quiere decir que deba ser en una misma comida) a lo largo de la semana