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Cuando llegamos a una edad nuestros huesos y articulaciones ya no son las mismas y nos cuesta llevar a cabo acciones tan básicas y sencillas como el levantarnos del sofá. Esta es una situación por la que pasan diariamente nuestros mayores, llegando a necesitar ayuda, incluso. Lo cual hace que su día a día se dificulte al igual que su autonomía.
A continuación de ayudamos con una serie de consejos sobre cómo debemos levantar del sofá a nuestros mayores adecuadamente. De esta forma, ellos podrán tener la autonomía e independencia que necesitan y tú, como familiar, estarás más tranquilo por su seguridad.
¿Cómo levantar a una persona mayor del sofá?
Tanto cuando cuidamos ancianos como personas con movilidad reducida, una de las mayores dificultades diarias es la de levantarlos del sofá, sillón o sillas. Uno de los principales motivos de dicho impedimento es el de no maniobrar de la forma correcta produciéndoles alguna molestia o lesión, al mismo tiempo que estos pueden sufrir ya de por sí alguna fatiga o dolor en la espalda.
Para ello, a la hora de incorporarlos y levantarlos del sillón debemos ajustar nuestro nivel de apoyo en función de las necesidades y capacidad de movimiento de la otra persona. De esta forma, si puede realizar un solo movimiento para levantarse, es recomendable que lo haga moviéndose siempre al ritmo de la persona con mayor limitación. Así se consigue respetar y fomentar la autonomía del anciano, al tiempo que se alivia el esfuerzo de ambos.
Existe una serie de reglas o recomendaciones para posicionarnos a la hora de levantar a una persona mayor del sofá. Se trata de:
- Extender de forma correcta la planta de los pies para disponer de mayor equilibrio, estabilidad y mejor sujeción al suelo.
- Flexiona las piernas y contrae la zona abdominal, con una ligera inclinación pélvica para usar más fácilmente los músculos de las piernas. Evita que los músculos de la espalda se tensen.
- Acércate cuanto puedas al anciano. Cuanto más cerca menos esfuerzo.
- Rodéale con tus brazos
- Haz la maniobra con las palmas de tus manos extendidas. Así crearás confianza en él o ella y será un contacto agradable para estos.
- Al incorporarse, identifica los puntos de sujeción que puedan facilitar la maniobra, como por ejemplo el cinturón o los pantalones. Evita cogerlo por zonas en las que pueda deslizarse.
- Avísale para que se agarre fuerte alrededor de tu espalda pero no en tu cuello.
- Por último, mantén la tranquilidad.
Además, es importante que no tires nunca de sus brazos o lo agarres por las axilas. Así es como se causan las lesiones. También debes preguntarle por su bienestar durante la maniobra, para evitar caídas por mareos.
Por otra parte, siempre que sea posible, es mejor que sean ellos los que se levanten forma autónoma del sillón. Sin embargo, el simple gesto de levantarse del asiento se puede llegar a convertir en una tarea muy complicada para ellos debido a problemas en las articulaciones, debilidad muscular, falta de coordinación o problemas circulatorios. Por eso, para hacerlo con seguridad, deben hacerlo de la siguiente forma:
- Tener la espalda apoyada en el respaldo y los pies completamente apoyados en el suelo, formando un ángulo de 90 grados.
- Bajo ningún concepto deben quedar los pies colgando. En tal caso, es necesario colocar una superficie de apoyo bajo estos.
- Distribuir el peso corporal en ambas caderas de forma igualada. No inclinar el tronco hacia los lados y evitar que el cuerpo se deslice por el asiento.
- Evitar compresiones en la parte de atrás de las rodillas.
¿Cómo levantar a una persona mayor del suelo?
En ocasiones, surgen accidentes domésticos como las caídas de ancianos al ir a levantarse del sillón o cama. Esto es una situación muy común, desgraciadamente, consecuencia de la pérdida de fortaleza de los músculos y huesos, pero también del descenso de los reflejos y movilidad.
A parte de la caída, que ya de por sí supone un peligro, existe el riesgo perjudicar aún más a la persona accidentada en el momento de levantarlos, si no sabemos cómo hacerlo adecuadamente. Para evitarlo, demos mantener la calma en todo momento y no mover de forma brusca a la persona.
Lo primero que debemos hacer es dos comprobaciones: despejar el espacio en el que se encuentra el accidentado para evitar nuevas caídas y comprobar su estado (consciente o no) y las posibles heridas o roturas de huesos. Si fuera necesario habrá que llamar al 112.
Para levantarlo debemos hacerlo con mucho cuidado y con movimientos suaves. Utiliza dos sillas, una para colocarla a los pies y otra en la zona de la cabeza. Lo siguiente será pedirle que levante levante el tronco lentamente, mientras lo ayudamos empujando y sosteniendo sus hombros por detrás de la nuca. Una vez sentado en el suelo, debemos ayudarle a colocarse sobre un lado y flexionar sus rodillas para, después, ir girando hasta quedar apoyado sobre las rodillas y palmas.
A continuación le acercamos una silla que le sirva como apoyo para erguirse con nuestra ayuda, haciendo fuerza con los antebrazos. Debemos usar la otra silla para que se siente.
¿Cómo debe ser el sillón para un anciano?
Los ancianos pasan una cantidad importante de horas diarias sentados, sobretodo cuando sus capacidades funcionales se ven disminuidas. Por este motivo, es muy importante que mantengan una postura adecuada y que cuenten con un asiento que se adapte a sus necesidades.
Por ello, los sillones para ancianos deben contar con unas exigencias básicas entre las que prima la ergonomía, pero también otras como:
- El tamaño adecuado.
- Facilidad para levantarse.
- Ofrecer un apoyo estable y distribución adecuada de las presiones.
- Además de una fácil limpieza y resistencia al deterioro.
En cuanto a la ergonomía del sillón para ancianos, el asiento debe tener la profundidad, inclinación y altura adecuadas a las medidas de cada usuario para evitar la compresión en la parte trasera de las rodillas. Para tomar estas medidas el usuario debe probar el sillón sentándose con la espalda apoyada en el respaldo y los pies descansando en el suelo.
El respaldo debe ser adaptable a la forma de la espalda y reclinable de forma independiente al asiento. Lo mejor es que, además, cuente con reposacabezas. Por lo que respecta a los reposabrazos, deben tener la altura adecuada para que los brazos reposen sin elevar los hombros o descenderlos. Además, deben tener la misma longitud que el asiento.
¿Qué es un sillón levantapersonas?
Por suerte, actualmente existen todo tipo de artículos específicos que sirven para ayudar a levantar a personas ancianas o con movilidad reducida. Es el caso de los sillones levantapersonas, como los que puedes comprar en el catálogo de sillones levantapersonas de Eco-De.
Los sillones levantapersonas cuentan con mecanismos que facilitan el levantarse y sentarse a las personas mayores o con movilidad reducida para que sus articulaciones no sufran. El mecanismo eléctrico eleva el asiento suavemente hasta adoptar una posición adecuada, cómoda y segura para evitar sobreesfuerzos y caídas al levantarse. Por otra parte, con la inclinación pueden mantener en todo momento los pies pegados completamente apoyados en el suelo.
Además, muchos de estos sillones levantapersonas cuentan con otras funcionalidades como varios modos de masaje para garantizar un mayor confort al usuario.