¿Alguna vez has estado demasiado tiempo expuesto al sol y has tenido insolación?¿Quieres saber qué pasa cuando tienes insolación? En este artículo te explicamos que sucede en tal caso, cuáles son los síntomas y qué debes hacer para prevenir la insolación. ¡Toma nota y protégete este verano!
¿Qué es la insolación y cuáles son los síntomas?
Durante el verano, cuando las temperaturas son muy elevadas y la humedad es muy excesiva en algunas zonas, es muy fácil poder sufrir una insolación o golpe de calor debido a la deshidratación del organismo. La insolación es un trastorno por calor que sufre el cuerpo, en el que se eleva de forma incontrolada la temperatura debido a un fallo en los mecanismos termorreguladores de nuestro cuerpo.
En la fase inicial de una insolación los síntomas habituales son: dolor de cabeza, mareos, nauseas y vómitos. En la segunda etapa aparecen los calambres en las extremidades y abdomen, temperatura corporal alta, la somnolencia y desorientación. También existe otros indicios como sensación de sed, problemas para caminar, cara congestionada o temblores. A pesar de que las insolaciones pueden ser leves, los golpes de calor son graves cuando se trata de niños o ancianos. Si no se tratan de forma precoz pueden desembocar en un fallo multiorgánico.
Por otra parte, la forma de distinguir entre un golpe de calor y una insolación es que, en el caso del primero no existe sudoración, al contrario que el la insolación cuando se experimenta una sudoración abundante. Con el golpe de calor se aprecia la piel seca, muy caliente y enrojecida.
En cualquier caso, ante el reconocimiento de este trastorno es necesario acudir a urgencias o un puesto de atención médica, si te encuentras en la playa o piscina. Además, es vital trasladar a la persona afectada a un lugar con sombra y fresco, colocarlo en posición semi sentado para favorecer su respiración, reducir su temperatura corporal dándole aire, quitándole ropa y usando compresas de agua fría en la nuca, frente y cuello. También es importante dar de beber agua fresca a pequeños sorbos para rehidratar y bajar la temperatura corporal. Por último, en caso de que la persona haya perdido el conocimiento, debes tumbarla con las piernas flexionadas y llamar inmediatamente a urgencias.
¿Cómo prevenir la insolación?
En consecuencia, para evitar una insolación es vital llevar a cabo una adecuada hidratación, entre 2 y 2,5 litros de agua al día, y una buena alimentación, evitando comidas pesadas y condimentadas (la fruta y verdura fresca contribuyen a mantener una buena hidratación), evitar las bebidas alcohólicas y con cafeína (cuentan con efecto diurético y contribuyen a la deshidratación).
También es importante evitar salir a la calle durante las horas más fuertes de calor (entre las 12 y las 17 horas) y no practicar deporte durante este periodo. Caminar por la sombra y llevar ropa adecuada, que sea ligera, holgada, de algodón que permita la traspiración y de colores claros. Además, es aconsejable llevar la cabeza protegida de los rayos solares con sombreros de calidad de Sombreros Mengual, que favorezcan la circulación del aire en su interior y que no ajusten en la cabeza. Además, usar gafas de sol también es esencial.
Ten en cuenta que uno de los motivos de sufrir una insolación es pasar un tiempo excesivo al sol. Por ello, lo mejor es realizar una exposición moderada cuando estés en la playa o la piscina y evitar las horas más fuertes de sol. De la misma forma, no debes permanecer en coches estacionados o cerrados, para ello deben dejarse las ventanillas bajadas o el aire acondicionado encendido. Dentro de casa, debe mantenerse el interior lo más fresco posible, bien con aire acondicionado, ventiladores y con las habitaciones en penumbra.