Aunque es una costumbre común en las bodas estadounidenses, cada vez son más las bodas que organizan su boda y cuenta con un séquito de varias damas de honor, formado por amigas y hermanas, que la acompañan y la preceden hasta el altar. Si te encuentras en esta situación, es decir, tu mejor amiga o hermana te ha pedido que seas su dama de honor, lo primero que debes saber es que debes sentirte muy halagada. Pues se trata de un privilegio que solo ostentan unas pocas, y lo segundo está relacionado con el protocolo y cómo vestir para ser dama de honor en una boda.
Si todavía no tienes claro cómo vestir para la ocasión, a continuación te damos una serie de indicaciones y consejos para que seas la dama de honor más guapa y mejor vestida de todas. Y si eres la novia y quieres saber cómo elegir los vestidos de tus damas de honor, toma nota también.
Cómo vestir a las damas de honor
Lo primero que debes conocer es la función de las damas de honor. Estas son para la novia personas fundamentales en el día de su boda. Previamente la ayudan en algunos de los preparativos de la boda y en la toma de decisiones como en la elección del vestido de la novia, el maquillaje y el peinado. También son las que se encargan de organizar la despedida de soltera.
Durante el gran día, las damas de honor son los ojos de la novia para que todo esté en orden en un día tan importante, ya que durante esa jornada los novios no podrán estar pendientes al 100% de que todo salga a la perfección. Por ello, las damas de honor se suelen encargar de dar la bienvenida a los invitados, repartir el arroz y los pétalos, repartir los regalos a los invitados… Pero también de acompañarla mientras se arregla y se viste para la fiesta.
Por todo esto, el vestido de las damas de honor no puede quedar al azar. Su elección también es importante y, por lo tanto, se le debe prestar atención. Hay novias que prefieren elegirlo ellas, mientras que otras marcan una pequeñas pautas y dejan que sean las propias damas quienes lo elijan. De esta forma, existe la opción de vestir todas idénticas o cada una fiel a su estilo y tipo de cuerpo, pero con unos aspectos comunes como el color, el largo de la falda, el escote… Si necesitas ideas de vestidos de dama de honor, puedes encontrar miles en Vertize Gala.
¿Cómo debe ser el vestido de una dama de honor?
Lo primero que debes saber es que, según las normas de protocolo, las damas de honor deben vestir de largo sea la hora del día que sea cuando se celebra la boda. Además, el largo debe ser el mismo para cada una de ellas para mantener la uniformidad. De la misma forma, el protocolo marca que las damas de honor deben vestir todas iguales, para guardar la uniformidad, una vez más.
Para no ensombrecer a la novia, no es necesario que los vestidos sean poco bonitos, si no emplear diseños sencillos con colores (por ejemplo tonos pastel) y telas discretas y similares a las del vestido de novia. Deben evitarse los estampados florales, las rayas o cualquier otro dibujo. También es importante elegir telas que vayan acorde a la época del año en que se celebra la boda, al igual que los colores para los que debe tenerse en cuenta el momento del día. De esta forma:
- Si la boda es de día se usarán colores como: Rosa palo, salmón, amarillo, lilas, azul celeste, verde limón… Con telas como sedas sin brillo, gasas, lino, piqué, muselinas…
- Si la boda es de noche se usarán colores como: rojo, verde oliva, dorados, platas, azul marino… en telas como tul, chifón, organza, crepé, sedas con brillo, encajes, terciopelo…
A la hora de elegir los vestidos de dama de honor, debe tenerse en cuenta la constitución de cada una y la edad que tengan cada una de ellas para elegir las hechuras y el color y que, de esta forma, todas vayan favorecidas y ellas mismas se sientan a gusto con su vestido. El tema de la edad no suele ser un problema, ya que lo más habitual es que todas sean más o menos de la edad de la novia. Además, tanto el vestido como el color, este debe estar en sintonía con el estilo de la propia boda.
No obstante, cada vez son más las novias que deciden no seguir a “rajatabla” las indicaciones del protocolo y prefieren tomarse más libertades en cuanto a este tema.