Te has preguntado alguna vez que pasa si España sale del euro y vuelve a la peseta? En primer lugar… ¿puede España salir del euro? La respuesta es sí, pero puede que las consecuencias no sean muy buenas… Hoy en quepasasi.es te contamos los efectos negativos y positivos de la salida del euro en España.
Efectos de salir del euro y volver a la peseta
Analizaremos los pros y los contras y lo haremos de un modo que pueda ser de fácil entender para todo el mundo. Empezaremos primero por los efectos negativos… una visión un poco más pesimista:
– Los tipos de interés de la deuda pública subirían: probablemente hasta el 15 %, como cuando había la peseta.
– Los mercados no nos prestarían: sin el paraguas del euro y los rescates como garantía, ningún mercado nos prestaría y si no nos prestasen, la administración pública no podría gastar lo que ingresa y nos veríamos en una situación de déficit cero. ¿Qué quiere decir esto? Que el gasto público tendría que reducirse muchísimo. Si llevamos desde 2009 con los recortes para reducir el gasto, volver a la peseta haría ocasionar un levantamiento social. Para intentar evitarlo, el Gobierno podría pedir a los ciudadanos que invirtieran sus ahorros en bonos del Estado, en lugar de depósitos. Pero… dudamos realmente que esto pudiera funcionar. En el caso de que funcionaria… ¿y los bancos, qué? Pues se quedarían sin financiación y llegarían a quiebra.
– El Gobierno tendría que cumplir con la deuda antigua: si consiguiera recibir prestaciones, podría devolver la deuda con el dinero obtenido en nuevas emisiones (pagando como hemos dicho antes, un 15% de interés). Pero si no lo consiguiera, tendría que buscar devolver la deuda de algún modo.
– Podría originarse una fuga de capitales: la gente, los inversores, los empresarios… preferirían mantener su dinero en euros o se lo llevarían a otro país para garantizar una mayor seguridad. Eso haría que los bancos perdiesen su financiación. La opción, que probablemente habrás oído en algún lugar es la opción del “corralito”. Para no cargarse la banca, el Gobierno se vería obligado a hacer un corralito, es decir pedir a la gente que saque el dinero del banco y que cuando lo saquen sea en pesetas. Esto solo causaría un ambiente de trampas, huída e idiotez.
– Simple cuestión de psicología: salir del hecho nos pondría en segunda división a ojos de los demás países integrados en la UE y la misma gente podría tener el desánimo de invertir menos o consumir menos. Esto crearía una disminución de la riqueza.
– Sin presiones, hay tentaciones: sin la presión de Europa, el Gobierno podría tener la tentación de gastar más para ganar las siguientes elecciones…
– Cero inversión industrial a España: ¿qué quieren las grandes multinacionales? Invertir en países con potencial de crecimiento para entrar a grandes grupos regionales, ¿verdad?. Entonces, ¿como conseguiríamos que invirtieran en España si nos salimos de nuestro grupo natural…?
En general y probablemente, habría inflación, subirían los impuestos y sería difícil obtener ayuda externa. Pero no todo es malo… También hay aspectos positivos:
– Las exportaciones podrían crecer: como devaluaríamos la moneda respecto al euro y al dólar, venderíamos cantidad en Europa y fuera de ella. Si consiguiéramos incrementar el nivel de exportaciones, crecería nuestro PIB y este sería un efecto muy positivo de la salida del euro.
– Incremento del sector turístico: un tipo de cambio más favorable para las economías vecinas, permitiría incrementar nuestro sector turístico.
– Libertad en el gasto público: lo mismo que hemos dicho antes, pero en factor positivo. Si imaginamos que nuestro Gobierno sería capaz de controlar el gasto público, tendría total libertad de hacerlo y no estaría sometido al pacto de estabilidad.
Mirad, dejémonos de euros o pesetas… lo que realmente necesitamos es que los políticos tanto los de aquí como los de Europa, se pongan las pilas, dejen de pensar en sus intereses nacionales o de partido y tengan la generosidad para construir una Europa unida de verdad. Y lo que realmente queremos nosotros es que los políticos de aquí pongan en primer lugar el bien de los ciudadanos y no el bien del partido.