Seleccionar los equipos de fotografía y vídeo adecuados para contar historias a través de una filmación depende en gran medida del tipo de trama que se quiera relatar y la apariencia que queramos transmitir en cada toma, secuencia o escena. Para determinar la calidad de una cámara y, con ello, los efectos visuales que nos permitirá producir, la lentes son la esencia y el alma detrás de cada imagen. ¿Desconoces las diferencias entre lentes esféricas y anamórficas? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la grabación con lentes esféricas y con lentes anamórficas.
Grabar con lentes esféricas o anamórficas
Elegir entre lentes esféricas o anamórficas dependerá de las necesidades particulares de filmación que tengamos. Aunque a simple vista parezcan lentes similares, lo cierto es que presentan características dispares con las que se consigue una captura de imagen diferente en cada toma. ¡Te contamos cómo es cada una!
Cada lente se compone de múltiples piezas de vidrio que trabajan en armonía. Estas piezas son conocidas como “elementos” y tienen la función de curvar la luz de distintas formas. Así, mientras que las lentes esféricas se componen de cristales esféricos, elementos que capturan la imagen con las mismas proporciones tanto en el eje vertical como en el eje horizontal, las lentes anamórficas tienen una serie de elementos anamórficos que lo que hacen es comprimir la imagen. Con la compresión de las lentes anamórficas se realizan modificaciones en el eje horizontal. Ahora bien, lentes anamórficas hay muchas y de su calidad dependerá el nivel de compresión.
Para que comprendas mejor las diferencias entre las lentes anamórficas y esféricas, te dejamos este vídeo de Camaralia. ¡Una imagen vale más que mil palabras!
Siguiendo con las diferencias entre ambas lentes, destaca el ángulo de visión mucho mayor que ofrecen las lentes anamórficas. Como hemos comentado, las ópticas anamórficas comprimen la imagen horizontalmente, para después volverla a alargar y conseguir una imagen más panorámica que no cabe en un sensor de vídeo con una lente esférica. Así, se consigue una imagen mucho más estilizada que la que se obtendría con lentes esféricas.
Otra característica distintiva entre lentes esféricas y anamórficas se relaciona con el bokeh, es decir, el desenfoque. Al usar una lente esférica, el bokeh resultante es mucho más esférico que el de una lente anamórfica, que es más ovalado. Y en relación con los flares o destellos, cuando la luz toca directamente una lente anamórfica se producen flares largos y horizontales muy llamativos.
Por otro lado, las lentes anamórficas tienen un precio superior. Las lentes esféricas son más baratas de fabricar que las anamórficas, pues son más sencillas de hacer, mientras que una lente anamórfica requiere cristales más grandes y pesados, lo que las hace más caras. Asimismo, los objetivos de las lentes anamórficas son totalmente manuales, pues es necesario controlar tanto la apertura como el enfoque, algo que no supone un problema en cine, puesto que por lo general está la figura del foquista y el operador de cámara.
¿Y sobre la nitidez? En este punto sí que podemos deducir que la nitidez de una lente anamórfica es menor con respecto a una lente esférica. También es cierto que hay una distorsión especialmente en los bordes que en función de si aprovechamos el total de lo que es la imagen va a ser más acusada o menos.
Finalmente, si grabamos con lentes anamórficas debemos tener en cuenta que estas suelen tener menor luminosidad que una lente esférica, de ahí que los valores f de apertura de diafragma en una óptica anamórfica sean más elevados que en una lente esférica. No obstante, se pueden compensar con un mejor sistema de iluminación en el set con sistemas de follow Focus.
Con todo esto, llegamos a la conclusión de que no hay lentes mejores ni peores, simplemente diferencias entre una y otra que nos permiten transmitir nuestras historias de la forma que realmente queremos. Si deseamos un acabado más cinematográfico las lentes anamórficas son una opción muy interesante. Por el contrario, si queremos una propuesta más económica podemos seguir optando por lentes esféricas y luego en postproducción jugar con los efectos.